Los agitados tiempos económicos que corren en la Argentina hicieron que algunos analistas hablen de aplicar una "dolarización" o de retornar a un "sistema de convertibilidad", como lo hizo días atrás el principal asesor económico de la Casa Blanca, Larry Ludlow.
Un país de la región que dolarizó su economía fue Ecuador, casi 20 años atrás, de la mano del ministro Carlos Julio Emanuel.
El propio Emanuel se refirió a la cuestión, asegurando que la dolarización "disminuye el gasto y frena la inflación", aunque consideró que el mejor momento para tomar esa medida en la Argentina hubiese sido en los 90, como "paso siguiente a la convertibilidad".
"Argentina tuvo la oportunidad de dar el paso hacia la dolarización cuando Domingo Cavallo puso en vigencia la convertibilidad. Recordemos que eso dio certezas a la política monetaria argentina por algunos años", consideró el economista ecuatoriano en diálogo con Luis Novaresio, en Radio La Red.
Emanuel explicó que "la convertibilidad no es la dolarización, pero es cercana". Según su visión, "el paso siguiente de la convertibilidad en la Argentina hubiese sido la dolarización, porque son como primas hermanas, pero no son lo mismo".
"La convertibilidad produce la coexistencia de dos monedas y siempre existe la posibilidad de que una se devalúe, como pasó en Argentina", agregó.
En cuanto a una posible aplicación de la dolarización en la Argentina por estos días, dijo que "todo depende de la tasa de conversión y de las reservas monetarias".
Consultado sobre qué significa dolarizar una economía, Emanuel dijo que esa medida se traduce en "clausurar la política monetaria, tomando una moneda fuerte que sirva como referente para la economía". De todos modos, aclaró que "no es una panacea" y que es necesario acompañar con un firme control fiscal.
En cuanto al caso ecuatoriano, indicó: "En el año 2000, la economía dolarizada nos brindó estabilidad económica y estabilidad política. Si no hubieramos tenido la dolarización, la forma como manejo la economía el ex presidente (Rafael) Correa hubiese llevado al país a una crisis parecida a la que tiene Venezuela, que es un completo desastre".
"Nosotros en 1999, justo antes de la dolarización, teníamos una inflación cercana al 100% y hoy en Ecuador la inflación es cero. Y la ventaja de eso es que mantiene por lo tanto el poder adquisitivo de los salarios, una de las medidas sociales más importantes", aseguró.