El hombre de 27 años, que llegó por primera vez a Chicago en 2013 para estudiar ingeniería eléctrica con una visa de estudiante, fue culpado de un cargo por actuar deliberadamente como un agente de un gobierno extranjero sin notificación previa al fiscal general de Estados Unidos.

En 2016 se alistó como reservista en el Ejército estadounidense como especialista dentro de un programa que permite a las Fuerzas Armadas reclutar extranjeros cuyas capacidades son consideradas "vitales" para el interés nacional.

En su solicitud para acceder a ese programa, Ji negó haber tenido contacto con ningún Gobierno extranjero en los siete años anteriores y en la entrevista posterior con un oficial militar estadounidense tampoco desveló sus lazos con el responsable de inteligencia chino.

Según una declaración remitida al tribunal, Ji estaba trabajando bajo la dirección de un "oficial de inteligencia de alto nivel" del Ministerio de Seguridad del Estado de China que "maneja la recopilación de inteligencia civil y es responsable de la contrainteligencia y la inteligencia extranjera, así como de la seguridad pública".

Las ocho personas que Ji supuestamente investigó eran ciudadanos estadounidenses que nacieron en Taiwán o China, según las autoridades. Los objetivos trabajaban en la actualidad o se retiraron de carreras la industria de la ciencia y la tecnología.

Ji compareció hoy mismo ante un tribunal federal de la ciudad de Chicago. Si condenado, enfrenta hasta 10 años de cárcel.