Tras la sesión privada de 65 delegadas internacionales para elaborar y rubricar el communiqué final, hoy serán presentadas al presidente Mauricio Macri las recomendaciones, que se elevarán luego a los mandatarios del G20. El documento es el cierre final de un año de trabajo de diálogo internacional entre cientos de organizaciones de la sociedad civil sobre el desarrollo financiero, digital y laboral de las mujeres alrededor del mundo y con un especial hincapié en la mujer rural. Ayer, la ceremonia de apertura estuvo a cargo de Susana Balbo, chair del grupo de afinidad, acompañada por las chairs de Alemania, Mona Küppers, y de Japón, Yoriko Meguro. En su discurso de apertura, Balbo afirmó que continuarán trabajando a la par de Japón y Arabia Saudita para asegurar la continuidad del trabajo; también hizo mención especial al trabajo de la mujer rural: "Representan un 40% invisible para el sistema; por favor, no las abandonemos", pidió ante el auditorio.
EJES DE TRABAJO DEL 2018Durante el día de ayer, el Centro Cultural Kirchner fue escenario de una serie de sesiones públicas en las que referentes de distintos sectores y organizaciones expusieron sobre los ejes de trabajo en los que el Women 20 se enfocó este año. Los mismos son:INCLUSIÓN RURAL: Luiza Carvalho, directora regional de América y del Caribe de ONU Mujeres, afirmó que "el 45% de quienes trabajan en el sector agropecuario son mujeres, y muchas veces no tienen acceso a sus propios salarios. Aparte de eso, como tantas otras mujeres, tienen que responder a las responsabilidades domésticas no remuneradas". Este tópico fue introducido por la presidencia argentina del W20. Las mujeres son responsables de la mitad de la producción mundial de alimentos; a pesar de ello, la mayoría no recibe un ingreso por su trabajo. Las mujeres que residen en ámbitos rurales tienen menos acceso a la propiedad de los recursos productivos, como la tierra y el ganado, y tienen menos acceso a los servicios financieros y a la tecnología. Esto reduce sus posibilidades de desarrollo y aumenta su vulnerabilidad.
Para Lilianne Ploumen, líder del movimiento She Decides sobre planificación familiar y miembro del Parlamento de los Países Bajos, "la falta de datos pone en evidencia la invisibilidad de la mujer rural", y agregó que "si tuvieran el mismo acceso que los hombres a todas las instalaciones productivas y a créditos, seguramente la cantidad de personas con hambre en el mundo podría reducirse hasta en cien millones de personas".
Las recomendaciones que se presentarán a los líderes del G20 con respecto a este eje tienen que ver con asegurar el acceso a las mujeres rurales a los factores de producción, así como también la promoción de la inversión tanto en infraestructura como en servicios básicos como la salud integral, seguridad social, las condiciones sanitarias y la educación.
INCLUSIÓN DIGITAL: En el contexto actual, no tener acceso a las tecnologías representa una desventaja a la hora de insertarse en la sociedad. La brecha de acceso a la telefonía móvil y al uso de Internet refleja la desigualdad en el acceso a oportunidades, dificultando así su empoderamiento económico. Participar en el mundo digital es una condición básica para ingresar al mercado laboral y mejorar la calidad de vida de las mujeres. En ese sentido, Sonia Jorge, directora ejecutiva de la Fundación World Wide Web, afirmó que "la inclusión digital no se trata sólo de tener acceso a Internet sino de la oportunidad de transformación que ello puede acarrear". "Una vez que las mujeres tengan estas capacidades digitales, hay que promover y garantizar que se pueda aplicar a alguna tarea, algún mercado donde enfocarse; de lo contrario, no tiene sentido llenarlas de capacidades si no las podrán aplicar", agregó Nneka Henry, asesora del International Trade Center (ITC).
Susana Ayarza, directora de Marketing Digital de Google Brasil, clamó por un marketing más inclusivo y aseveró que en las publicidades, el 37% son mujeres, y la mayoría de éstas reproducen estereotipos. "El 85% piensa que estas mujeres de las publicidades no las representa, no representa su cotidianidad", sentenció.
Por su parte, Ana Ruelas, directora regional de Centroamérica de la organización defensora de la libertad de expresión Article 19, opinó que Internet es una amenaza para quienes quieren mantener el status quo, ya que allí uno puede ser líder de opinión. "La apertura, el anonimato, dan la oportunidad de expresarse; en México las mujeres periodistas son blancos, se las amenaza a ellas y también a sus familias, y esto genera una cultura del silencio que no podemos permitir", agregó.
INCLUSIÓN FINANCIERA: El acceso a los servicios financieros y a una educación financiera adecuada son condiciones necesarias para el desarrollo económico. En los países del G20, sólo el 40% de las mujeres tienen acceso a una cuenta bancaria, y si bien poseen un tercio de las pequeñas y medianas empresas, reciben el 10% de los préstamos otorgados por los bancos. "Influimos en el 80% de las decisiones de compra, y hay evidencia empírica que sostiene que las mujeres pagan mejor, son muchos más fieles a sus bancos, es una gran oportunidad de negocio y los bancos no están viendo esta oportunidad financiera", asegura Gema Sacristán, jefa de Inversiones del IDB Invest. Es imperioso desarrollar criterios más inclusivos en las instituciones que ofrecen servicios financieros e incorporar nuevas formas para que las mujeres accedan a éstos. En esta línea, el W20 propone explorar el potencial de los servicios financieros ofrecidos por las nuevas tecnologías.
INCLUSIÓN LABORAL: Casi un 50% de las mujeres del mundo carecen de un ingreso propio y en promedio ganan un 30% menos que sus pares masculinos. Aunque representan el 60% de los graduados universitarios, siguen estando en desventaja en términos de participación en el mercado laboral, representando un 39% de la fuerza de trabajo. En este sentido, Silvia Moschini, fundadora de She Works, aseguró que actualmente se está dejando fuera del mercado un 51% de madres con talento, debido a un modelo de reglas de trabajo obsoletas, que se crearon en la década del 60, cuando las mujeres no eran parte del mercado laboral.
Qué es el W20
Women 20 es un grupo de afinidad del G20 que está conformado por una red transnacional de mujeres representantes de la sociedad civil, del mundo de los negocios y del emprendedurismo. Se creó en 2015, luego de la Cumbre del G20 en Australia, como reclamo de un grupo poco representado. La primera presidencia estuvo a cargo de Turquía, durante el 2016 le sucedió China, siguió Alemania en 2017, y este año es el turno de Argentina, encabezado por Susana Balbo.
Su objetivo es incidir en los grupos de toma de decisión y en las agendas de los líderes del G20 para que lleven a cabo políticas hacia una mayor equidad de género, acompañando el objetivo de abogar por sociedades más inclusivas e igualitarias. Una sociedad más igualitaria es posible a través del acceso a la educación, la salud y la participación política, pero también es necesario asegurar una plena inserción de las mujeres en el desarrollo económico.
Enviada especial: Bárbara Read