ANGELUS
CIUDAD DEL VATICANO - El Papa Francisco (foto) llamó ayer durante el Angelus a defender la "dignidad del matrimonio" y el "amor fiel al que están llamados a vivir el hombre y la mujer".
"En el plan originario del Creador no está el hombre que se casa con una mujer y, si las cosas no van, la repudia. No. Existe en cambio el hombre y la mujer llamados a reconocerse, a complementarse, a ayudarse en el matrimonio", afirmó el pontífice al comentar el Evangelio.
Y continuó: "Esta enseñanza de Jesús es muy clara y defiende la dignidad del matrimonio como unión de amor que implica fidelidad".
"O sea que lo que permite a los esposos permanecer unidos es un amor de donación recíproca apoyada en la gracia de Cristo. Si en cambio prevalece en los cónyuges el interés individual, la propia satisfacción, entonces su unión no podrá resistir", enfatizó Jorge Mario Bergoglio.
El Papa Francisco señaló además que "es la misma página evangélica la que nos recuerda, con gran realismo, que el hombre y la mujer, llamados a vivir la experiencia de la relación y del amor, pueden dolorosamente tener gestos que la pongan en crisis".
"Jesús no admite el repudio y todo lo que puede llevar al naufragio de la relación. Lo hace para confirmar el plan de Dios, en el cual destacan la fuerza y la belleza de la relación humana", agregó el pontífice.
Y completó: "La Iglesia, madre y maestra que comparte las alegrías y los pesares de las personas, por una parte no se cansa de confirmar la belleza de la familia como nos fue entregada por la Escritura y la Tradición; al mismo tiempo, se esfuerza en hacer sentir su cercanía materna a los que viven la experiencia de relaciones quebradas o llevadas adelante de modo sufriente o con peso".
Por otra parte, un cardenal canadiense defendió firmemente ayer domingo al Papa Francisco, quien fue acusado por un exembajador del Vaticano de haber encubierto al arzobispo estadounidense Theodore McCarrick, quien fue destituido en julio por acusaciones de abuso sexual.
El acusador, monseñor Carlo Maria Vigano, italiano, quien fue nuncio en Washington entre 2011 y 2016, afirmó a finales de agosto que el Papa Benedicto XVI había impuesto "sanciones" al excardenal McCarrick, sospechoso ya entonces de abusos sexuales a seminaristas y curas.
Esas sanciones las habría anulado de facto el Papa Francisco, elegido en 2013, al consultar al estadounidense sobre numerosas nominaciones de cardenales.
El Papa retiró a finales de julio a monseñor McCarrick su título de cardenal, tras una investigación sobre las acusaciones de un hombre que afirmaba haber sido víctima de abusos sexuales en los años 1970. El prelado, de 88 años, tiene prohibida cualquier aparición pública.
"La acusación es un montaje político privado de fundamento real para incriminar al Papa", estima el cardenal canadiense Marc Ouellet, prefecto para la Congregación para los Obispos desde 2010. En una carta abierta publicada este domingo por el Vaticano, el prelado canadiense pide a monseñor Vigano, quien se pronunció desde un lugar secreto, que salga de su "clandestinidad" y "se arrepienta".
En la misiva, subraya que el cardenal McCarrick nunca fue objeto de "sanciones" canónicas formales, y señala que registró los archivos de la Congregación para los Obispos y que no encontró ningún documento firmado ni por el Papa Benedicto XVI ni por Francisco. "La razón es que entonces no se disponía, como ahora, de pruebas suficientes sobre su presunta culpabilidad", explica el prelado, quien destaca la posición de "prudencia" del Vaticano. (Télam/AFP-NA)