"Ser lesbiana o gay es mucho más sencillo que ser trans o travesti, la discriminación es menor. Menos aun si sos de clase media-alta. La clase nos atraviesa", reflexiona. 

Ayer se realizó en la ciudad la marcha del Orgullo LGBTIQ+; y la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, travestis y transexuales de la ciudad caminaron por la avenida 25 de Mayo hasta Casa de Gobierno. Fue una marcha alegre, pero con una impronta social fuerte: "Basta de genocidio Trans y Travesti", "No al ajuste, la violencia y la discriminación", "Macri, la Iglesia y los gobernadores son antiderechos", fueron las principales consignas.
La denuncia hacia la visión de la Iglesia contra la Educación Sexual Integral formó parte de uno de los documentos socializados. También hubo una contextualización política: "Macri es cómplice de la exclusión, ya que recibe en el G-20 a los principales gestores del hambre que llevan políticas de persecución a nuestra comunidad", dijeron. Además hubo un pedido al Gobernador y a las y los legisladores provinciales para que contemplen las problemáticas del colectivo Trans, que es el que más padece dentro de la comunidad LGTBIQ+.

"De milagro estoy viva"

"Marchamos para reclamar nuestros derechos, que fueron vulnerados desde siempre, especialmente a nosotras, mujeres trans, que sufrimos violencia institucional, patriarcal y violencia de género", dice Karla Argañaraz, activista LGBTIQ+ de Formosa. "Marchamos porque nos sentimos orgullosas y orgullosos de ser quienes somos, y no nos avergonzamos de nuestra identidad, porque somos personas valientes que elegimos ponernos la camiseta del Orgullo LGBTIQ+ todos los días, para salir a enfrentar el mundo", agrega. 

Karla tiene 46 años. El promedio de vida de una persona trans en Argentina es de 35 a 40. Mueren por causas de enfermedades prevenibles que se agravan por la falta de tratamiento médico adecuado, o las matan. Su genocidio pareciera estar planificado. Son violentadas por los medios de información, por la sociedad y por el Estado. "De milagro estoy viva. Pero sigo apostando al cambio, luchando por los derechos conquistados que peligran desaparecer", dice. 

"Nuestra condición de vida como mujeres trans en Formosa es muy precaria. La mayoría vivimos en alquileres muy poco dignos, porque buscamos de acuerdo a nuestro alcance económico", explica y así sustenta los reclamos de su comunidad: acceso a la salud, inclusión laboral trans y el acceso a una vivienda digna. 

"Tenemos que soportar violencia y discriminación. Nos genera mucha impotencia vivir en esta sociedad que te palmea la espalda, pero cuando precisás algo, te lo niega y mira a un lado". Luchan y mueren luchando, buscando que se las incluya, que no las discriminen, que se respeten sus derechos.


COLORES
La bandera de la marcha fue la de la diversidad. Tiene los colores del arcoíris -rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta- y simboliza el orgullo gay y lésbico desde fines de los años 70. Aunque nació en California, como creación del artista plástico Gilbert Baker, actualmente es utilizada en todo el mundo.