- Oleadas de personas se agolpaban ayer en largas filas, tanto para salir de Clorinda hacia Nanawa, como desde el otro lado hacia la segunda ciudad, con motivo de la persistencia de severos controles migratorios para sortear la Pasarela de La Fraternidad.
Esperas de hasta dos horas debieron soportar las personas con la intención de cruzar la frontera, al principio bajo la sombra de las casillas, pero con el correr de las horas, bajo el rigor del sol de la jornada de este sábado.
La vigencia de inéditos controles migratorios, tanto para ingresar a Clorinda como para ir de compras a Nanawa, es motivo de reacciones de ambos lados de la frontera, porque esperar ser registrados en el sistema demanda un buen tiempo, por igual para los que quieren ingresar a comprar a Clorinda y los que habitualmente, como una costumbre casi diaria, cruzan a recorrer comercios de la vecina Nanawa.
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