Fueron 16 los chicos de Formosa que participaron del certamen internacional Dance World Cup Latinoamérica realizado en Tigre. La coreo "Los Descalzos" fue el pasaje directo a San Pablo en junio del 2019.
En el encuentro de este año se presentaron 800 coreografías y había 10 pases para diferentes eventos nacionales e internacionales. El jurado selecciona de acuerdo a la performance y de la temática, generalmente son solistas y dúos adultos profesionales los que se hacen acreedores de estos pases, por lo que la selección de estas niñas de entre 7 y 10 años sorprendió a todos.
"Venimos preparándonos desde mucho tiempo atrás, un año antes de ir al concurso comienza la puesta en escena y el montaje de la obra. Pasamos primero por un selectivo en Formosa con puntuaciones al trabajo. Después en la zona NEA y finalizamos en el Internacional; la siguiente instancia es en San Pablo para la Sudamericana", detallaron a Cronopio la profesora a cargo del taller de danza del Instituto Mozart, Larisa Arrúa, la madre de una de las bailarinas, Norma Mendoza, y la bailarina, Lucía Guadalupe Llanes.
"Nosotros tratamos de que ellos disfruten y lo tomen como experiencia y no buscar el objetivo de ganar, sino disfrutar. Ellos se nutren, se sientan y miran los trabajos de otros países", explicaron.
"Somos nuevas, con Lucía comenzamos el año pasado", señaló Norma pero resaltó el compañerismo del grupo tanto por parte de los chicos como de las madres. "Poder volar, poder soñar, es una gran experiencia", sumó.
"En el escenario primero sentís muchos nervios, después comenzar a caminar, a saltar y volás. Es una sensación hermosa con el público; te sentís bien con lo que diste, son tus logros", agregó Lucia.
Así también, agradecieron la iniciativa de abrir el taller de danza, porque antes era sólo para música: "Es ir yendo con la danza hacia donde la danza te puede llevar. Este año llevamos seis trabajos y todos recibieron muy buenos puntajes. El jurado fue internacional: EEUU, Inglaterra, Brasil y los también artistas nacionales".
"Convertir el
dolor en belleza"
La letra de la canción de los descalzos habla del dolor de los pueblos originarios que han sufrido el destierro y el jurado destacó el hecho de que niñas de 7 años pudieran sentir tan bien e interpretar el tema.
"La vida duele y queremos convertir el dolor en belleza, y ellas trasladan a la danza lo que viven: problemas familiares, enfermedades, bullying en las escuelas. Bailaron desde adentro. Les muestro realidades distintas, hay niños que no tienen qué comer, qué vestir, o qué calzar. La danza no es lucirse sino transmitir, mostrar, dejar un mensaje. Con eso, las nenas llegaron a tanto", sostuvieron como balance de la experiencia.