El caso conmocionó a la opinión pública por las características del hecho, su desarrollo y el desenlace fatal que tuvo esta triste historia.

Manuela tenía 24 años y el lunes pasado había sido su cumpleaños, que lo festejó con su pareja, su pequeño hijo Lisandro de 5 años y sus afectos más cercanos.

Los parientes de la joven pidieron justicia y arresto para la profesional que llevó adelante las sucesivas intervenciones que tuvieron su punto culminante en la jornada del sábado, cuando Manuela falleció tras varias horas de agonía, producto de una insuficiencia respiratoria a nivel pulmonar.

Por el caso está imputada por el delito de homicidio culposo una obstetra que fue quien atendió y llevó adelante el tratamiento estético de la joven, en una vivienda que está ubicada sobre calle Julio A. Roca al 800 de esta capital.

La jueza que interviene, Laura Karina Paz, dispuso una exhaustiva investigación para dejar totalmente esclarecido el hecho. Entre otras medidas ordenó la realización de la autopsia al cuerpo de la víctima, de donde los forenses tomaron diversas muestras orgánicas para establecer en forma fehaciente la causa de muerte. También lo hicieron con el líquido que le habían suministrado a la víctima durante el tratamiento, una sustancia oleosa que será sometida a estudios químicos a fin de determinar su origen y componentes.

El caso

Manuela Barreto inició su tratamiento estético hace un mes con la finalidad de incrementar el volumen de sus mamas. Durante este lapso le aplicaron cuatro inyecciones con una sustancia que debía haber provocado el efecto deseado.

Sin embargo, con la primera intervención ya aparecieron las complicaciones. "Los dolores eran insoportables, pero esta mujer le prometió todo y le hizo la cabeza hasta más no poder, pero solamente le importaba la plata, sin pensar el daño que le ocasionó a ella y a todos nosotros", dijeron a este Diario los familiares de Manuela, refiriéndose a la mujer que llevó adelante estos procedimientos médicos.

"Pedimos justicia por el hijo de cinco años que se quedó sin su madre", exclamaron.

El viernes a la tarde, la joven fue a la casa de la calle Julio A. Roca buscando aplacar el intenso dolor corporal que tenía y detrás de la quinta inyección como parte del tratamiento. "La doctora le insistía que vaya, que no le iba a pasar nada y ella tenía miedo, pero de todas formas fue y ni avisó a nadie", contaron los parientes, indicando que el cuerpo de Manuela cambió para mal de manera notable durante el mes que hizo el tratamiento. "Era otra persona, su cuerpo y su salud se deterioraron en forma increíble, la estaba matando de a poco", remarcaron.

El derrotero de la joven comenzó el viernes cuando se levantó callada de su cama y sin avisar a nadie se dirigió a la casa de la calle Julio A. Roca. En su casa, su pareja dormía con su hijo y nadie escuchó cuando salió con rumbo desconocido.

Cuando su pareja se despertó no la encontró y conforme pasaban las horas nadie sabía su paradero: su última conexión de WhatsApp decía 13.30, algo que llamó la atención a sus familiares.

Su pareja le envió incontables mensajes de texto y también realizó llamadas, pero Manuela nunca respondió, estaba incomunicada y nadie sabía nada de ella.

Alrededor de las 19 horas, su concubino comenzó a indagar sobre el sitio donde podría encontrarse. Habló con una amiga de ella y ésta le dijo que en forma urgente debía ubicar la casa de la supuesta doctora porque Manuela le había contado que se dirigía a este lugar. 

El muchacho no conocía la dirección y entonces le preguntó a su compañero de trabajo, cuya esposa había realizado el mismo tratamiento con la misma mujer, y éste le indicó cómo llegar hasta ahí. Minutos después, el joven llegó hasta la vivienda y tras golpear la mano fue atendida por una señora mayor. Tras identificarse como el marido de Manuela, la mujer le contó que había llegado descompuesta y que al ingresar a la casa se desmayó, por lo que llamaron a una ambulancia y fue trasladada al Hospital Central, donde quedó internada desde las 17 horas, aproximadamente. El hombre vio la moto de su pareja dentro de la casa y esto le hizo notar a la mujer, pidiéndole las llaves del rodado, manifestándole la misma que desconocía esta situación.

Se dirigió entonces hasta el Hospital Central donde encontró a su pareja inconsciente y en muy mal estado. "El cuadro era gravísimo, los doctores dijeron que estaba muy mal y que sus pulmones no funcionaban por lo que tuvieron que ponerle oxígeno", relataron con visible consternación.

Debido a esto, fue evacuada de urgencia al Hospital de Alta Complejidad, donde a pesar de la atención médica recibida falleció a las pocas horas. "No tardó mucho en dejar de latir su corazón y no le llegaba oxígeno al cerebro; los doctores dijeron que no había más esperanza y por eso le pidieron a su mamá que firme el consentimiento para desconectarla porque el líquido extraño que le habían suministrado durante el tratamiento estético estaba corriendo por todo su cuerpo y por sus venas", explicaron los familiares de la infortunada joven.

Con muestras de dolor y bronca, pidieron que se haga justicia por el daño causado. "La mató en vida, eso no era lo que ella quería, era muy joven, tenía apenas 24 años, no sabemos qué hacer", enfatizaron, rogando a Dios que "se encargue de hacer pagar tanto dolor causado".

Investigación

El caso fue denunciado por el concubino de la víctima en la Comisaría Seccional Segunda, lo que dio lugar a una causa judicial que está a cargo de la jueza Laura Karina Paz. 

La magistrada dispuso una serie de medidas procesales tendientes a dejar totalmente esclarecido este complejo hecho. Los forenses que llevaron a cabo la autopsia tomaron muestras que ahora serán sometidas a estudios microscópicos y también sacaron del cuerpo de la víctima una importante cantidad de líquido oleoso que estaba alojado en la zona pectoral y en los pulmones. Esta extraña sustancia también será sometida a pericia para tratar de establecer su origen y componentes.