Casi la mitad de los niños y adolescentes en Argentina, el 48%, son pobres por tener, al menos, un derecho básico insatisfecho, mientras que el 42% vive en hogares con ingresos insuficientes, según un estudio de UNICEF. En diálogo exclusivo con La Mañana, la socióloga, docente e investigadora Ana Castellani, integrante del Grupo Fragata, conjunto de intelectuales que plantean alternativas al esquema económico de Cambiemos, afirmó que el incremento de menores de edad con requerimientos básicos insatisfechos es el resultado de las políticas públicas implementadas por la gestión de Mauricio Macri, principalmente en el área económica, que derivaron en un deterioro de los ingresos reales de la población y en una reducción de las posibilidades de inserción laboral.
Para la realización del informe, los especialistas de UNICEF determinaron una metodología multidimensional: por un lado, como lo hacen los organismos oficiales, midiendo la pobreza a través de los ingresos; por otro, a través de las "privaciones no monetarias", y por último con un método integrado, que tiene en cuenta a aquellos niños que carecen de uno o más derechos básicos y a su vez viven en hogares con ingresos insatisfechos. Los datos, en tanto, fueron recabados durante el primer semestre de 2018 por la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Censos.
"Esta situación de incremento de la pobreza deja a millones de personas por debajo de las posibilidades de satisfacer las necesidades básicas. También, está la cuestión de las políticas macro que se están aplicando, consistentes en no controlar la escalada de precios, principalmente en los productos de la Canasta Básica. Hay que sacar la idea de que este contexto se debe a un 'fenómeno natural' que nos lleva a tener esta realidad, cuando en verdad el problema pasa por las políticas públicas que se aplican", explicó Castellani a este diario.
En este sentido, la profesora expresó que más allá de las políticas puntuales que se puedan aplicar, la Argentina requiere "un conjunto de políticas macroeconómicas que apunten a preservar el nivel de ingresos de la mayoría de la población".
"Este Gobierno nacional, desde que asumió, no hizo un planteo de cuidado de los ingresos de la población, y confió en que la libertad de mercado iba a establecer los precios de cada una de las mercancías, incluyendo la de la fuerza de trabajo, de la 'forma más adecuada posible'; y eso terminó generando que los precios esenciales se 'disparen', como suele suceder en aquellos países con mercados muy asimétricos, y con un 'congelamiento' de los salarios, algo que se dio también porque el Estado nacional envío una señal en ese sentido, que tuvo repercusión en el sector privado", remarcó la especialista.
A su vez, la profesional señaló que la caída en el nivel de actividad económica expulsó mano de obra, y que eso funcionó "como un efecto disciplinador" dentro del mercado de trabajo. "En la macroeconomía, todos los factores están interrelacionados; y las políticas aplicadas hasta ahora destruyen los ingresos de los trabajadores, de los jubilados y de todas aquellas personas que vivimos de nuestro trabajo", alertó.
Por último, Ana Castellani dijo que "el haber atado mercados muy sensibles, como el de los servicios públicos y el de los combustibles", a la evolución del precio del dólar, y "la quita de retenciones a las exportaciones, algo que luego volvió pero con poca fuerza", también influyeron en la difícil situación económica, laboral y social que atraviesa hoy la Argentina. "Por todo lo expuesto, ahora se espera una inflación anual cercana al 50%, más alta incluso en los alimentos, lo cual afecta a las personas con ingresos más bajos. Era esperable que con este tipo de políticas públicas y de programa económico se originaran estos resultados; y esto nos obliga a plantear con más firmeza la necesidad de un cambio de rumbo en materia de política económica", manifestó.