La dermatóloga Mariana Soledad Barbetti señaló que dentro de las micosis que afectan la piel se distinguen tres grandes grupos: la Pitiriasis versicolor, las Candidiasis y las Tiñas; y recomendó algunos cuidados a tener en cuenta.
"Las levaduras que originan las Ptiriasis versicolor y las candidiasis están presentes de forma inofensiva en la piel o en las mucosas de gran parte de la población adulta sana, y precisan de algún condicionamiento añadido para desarrollarse y volverse agresivas. Son lo que conocemos como hongos oportunistas, y dan cuenta de un 10% y un 20% respectivamente, de las micosis que vemos en nuestro ámbito, es decir que llegan al dermatólogo. Las Tiñas representan aproximadamente el 70% restante. Los hongos que las ocasionan no se encuentran nunca en la piel sana, y su contagio puede producirse a partir del suelo, de animales infectados, o de otras personas. La transmisión se hace por el contacto directo piel a piel o por fómites contaminados (calzados, toallas, medias, etc)", detalló.
Así también, indicó que hay ciertos factores predisponentes como la hiperhidrosis, el calor, la humedad, los climas cálidos, la falta de ventilación, el calzado muy oclusivo, los botines de trabajo, las medias de nylon o de material sintético, la natación, el mal secado de la piel, los baños públicos, la diabetes, la inmunosupresión y, a veces, puede existir una predisposición genética.
"Afectan por igual a ambos sexos, y se dan en todas las edades, aunque algunas de ellas, como las tiñas del cuero cabelludo, son casi exclusivas de la infancia, mientras que las infecciones de las uñas se ven en adultos, y su incidencia aumenta a medida que avanza la edad", agregó.
Ptiriasis
Versicolor
En lo que respecta a la Ptiriasis Versicolor, Barbetti señaló que 4 de cada 10 consultas se deben a esta patología que provoca una infección superficial de la piel, crónica y habitualmente asintomática, producida por una levadura del género Malassezia, componente habitual de la flora cutánea, en especial a partir de la pubertad.
Según afirmó, se localiza de forma preferente en la parte superior del tórax, espalda con extensión hacia la raíz de los miembros superiores y cuello, nunca afecta a miembros inferiores. Son pequeñas manchas uniformes, planas, ovaladas, escamosas y confluentes. El color varía entre marrón, blanquecino y eritematoso, de allí su nombre versicolor.
"Existen varios diagnósticos diferenciales para esta entidad. El tratamiento se realiza con cremas y lociones con antimicóticos. Se reservaría para casos muy extensos o rebeldes al tratamiento tópico", dijo sobre los posibles tratamientos.
Tiñas
En tanto, las Tiñas son lesiones producidas por dermatofitos, hongos con la particularidad de desarrollarse en la queratina, que es la capa cornea de la piel y los anexos cutaneos (pelos y uñas) del hombre, viendo favorecido su crecimiento por la humedad.
La profesional detalló las formas clínicas: Tiña de la cabeza: Propia de la infancia. Se debe alertar ante la presencia de alopecia, descamación, eritema, puntos negros, pústulas. Tiña del cuerpo. Presente en cualquier edad.
Se subdivide en:
a) De la piel lampiña: Su forma más habitual es una lesión de tipo anular o policíclica con un borde activo de crecimiento y un centro con color más claro, descamativo y tendencia a la mejoría clínica.
b) Granuloma de Majochi o forma inflamatoria de la piel lampiña, que suele localizarse en las extremidades. Se trata de una lesión granulomatosa perifolicular por afectación profunda de los folículos del vello. Esta variedad es muy frecuente en esta época del año por el contagio en piletas. Tiña de los pliegues: con presencia de descamación, pústulas o vesículas, acompañada de mucho prurito. Color va del rojo al marrón. Con la parte central clara. Suele presentarse a partir de la adolescencia. Pequeños pliegues o pie de atleta: con presentación predominante a partir de la preadolescencia.
El pié de atleta es una infección superficial muy frecuente causada por diferentes especies de hongos. Y finalmente, la tiña de las uñas, muy frecuente en la edad adulta inicia por el borde distal o lateral con cambio de color, engrosamiento, fragmentación de las láminas, punteado y a veces desprendimiento de la lámina ungueal.
PUNTOS DE INTERES PARA
TENER EN CUENTA
Barbetti aseguró que el diagnóstico de las micosis generalmente es clínico y que un ojo dermatológico avezado generalmente no requiere estudios complementarios para diagnosticar este tipo de patologías, a no ser que existan dudas se realiza un micológico directo y cultivo del hongo.
"En muchos casos puede ser suficiente con un tratamiento puramente local con cremas antifúngicas. Pero hay casos muy concretos en los que el tratamiento por vía oral es absolutamente necesario si queremos alcanzar una curación definitiva: las tiñas del cuero cabelludo, las que afectan a las uñas y/o a la zona plantar, y las que muestran más de una lesión en otras localizaciones", añadió.
Además resaltó la importancia de que el tratamiento se haga durante todo el período indicado por el médico, inclusive si los síntomas desaparecen, ya que puede que el hongo no haya sido eliminado por completo, pudiendo volver a surgir los síntomas o agravarse la enfermedad. También recomendó el uso de ropa de algodón ya que este tipo de tejido es más poroso y permite que la piel respire y, por último, se debe evitar compartir objetos personales.