En diálogo exclusivo con La Mañana, la contadora y economista Mary Isabel Acosta, investigadora del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Córdoba y miembro del espacio de Economía Feminista, aseguró que para revertir la recesión que atraviesa hoy la Argentina es necesario impulsar el consumo interno, y subrayó que el sector externo no es el factor esencial para lograr una reactivación en la actividad económica de nuestro país.
"En nuestra economía, el sector externo provee las divisas necesarias para que el resto de la estructura siga en funcionamiento. De esta manera, funciona como un factor coadyuvante del crecimiento, pero no es el determinante. No se puede poner fin al proceso recesivo sin consumo interno", explicó Acosta a este diario.
Asimismo, la profesional detalló que los factores que desencadenan la inflación son diversos, y que varían según el contexto del país. "Hasta 2015, el proceso inflacionario estaba liderado por una 'inflación de demanda'. Muchos sectores se acercaron a niveles de consumo importante, y ese nivel de actividad impulsó la suba de los valores finales, ante una oferta que resultaba escasa. El contexto actual, iniciado en 2016, es diferente: los incrementos son impulsados por la oferta, por los costos del tipo de cambio y de las tarifas", especificó.
Medios nacionales informaron que según diversos estudios de diferentes consultoras privadas y Bancos, en 2019 el consumo podría tener su tercer año consecutivo de retroceso. El análisis de Consensus Economics-Economic Forecasts and Indicators, que recoge expectativas de consultoras y entidades bancarias, anticipa que el consumo privado (que agrupa todo lo que consumen las empresas y las familias) caería un 2,6%, pero algunos de los más pesimistas dentro de los consultados llevan esa cifra hasta el 4,2%.
Por su parte, Acosta consideró que lo fundamental es dinamizar la economía interna, aunque esto derive en ciertas subas en los precios. "En un contexto de reactivación, la inflación sería alta, porque los empresarios perdieron rentabilidad; y si se recupera el consumo en algún momento, el nivel de suba de precios sería elevado. Pero hasta ahora, lo único que logró la caída del consumo es impedir que se produzca una inflación más alta", aseveró la especialista.