"El pan aumentó un 79% por kilo, la harina un 150% por kilo, el arroz un 69% por kilo, los fideos por 500 gramos un 88%, la carne molida un 49% por kilo, el pollo un 51% por kilo, el queso cremoso un 49% por kilo, el aceite por litro y medio un 71% y la docena de huevos un 81%. Todos estos productos subieron por encima del nivel de inflación interanual", explicó Quintana a este diario.

La CBA es la Canasta de costo mínimo que un adulto debe consumir mensualmente para poder satisfacer sus requerimientos kilocalóricos y proteicos mínimos. Este conjunto de artículos, un subconjunto del Capítulo Alimentos y Bebidas del IPC, está integrado por productos como pan, leche, huevos, queso cremoso, bebidas y otras mercaderías. "Nosotros tomamos los artículos de menor costo en cada categoría, y efectuamos un promedio de los valores de esos productos. Es el Capítulo que tiene mayor representación en el IPC, llegando al 35% del total de ese índice", expuso el licenciado.

"En la Provincia, la suba interanual del IPC, de enero de 2018 a igual mes de este año, fue del 43%. La inflación no es equivalente al costo de la Canasta Básica Alimentaria, porque el IPC incluye algunos productos que no son esenciales, y la CBA representa una parte del IPC. Sin embargo, no todos los productos de la CBA tuvieron el mismo nivel de incremento", aseveró.

A continuación, el experto se refirió a las medidas que se toman a nivel provincial para enfrentar el contexto económico actual, al que definió como "estanflación": recesión con inflación.

"Hay bienes alimentarios indispensables que se exportan. Por ello, la harina y otros productos dependen de valores internacionales. Por otra parte, nos vemos afectados por la liberación de los precios de los combustibles y los incrementos que se produjeron en los últimos meses en los valores de las naftas, que son un insumo clave para la región, porque nuestra estructura de transporte descansa en las vías terrestres. Pero el Gobierno provincial mantuvo sus políticas sociales, y realiza importantes inversiones en obras públicas, para crear empleo", expuso el especialista.

"Si se toma el Indicador Sintético de la actividad de la Construcción, la caída interanual en el orden nacional fue del 15%, con bajas en la demanda de los principales insumos del sector, como cal, cemento portland y ladrillos huecos", reveló el funcionario.

Población ocupada

"De acuerdo a datos de 2016, del total de la población ocupada de Formosa, el 14,8% trabaja en el sector de la construcción, que tiene un efecto multiplicador, porque implica mayor demanda de trabajadores y de máquinas, al igual que más recaudación genuina a través de esa actividad. Según guarismos del segundo trimestre de 2018, en nuestra provincia el porcentaje de personas que trabajan en el sector subió a 19,8%, mientras este indicador bajó en la región y en el plano nacional", añadió.

"En el último informe de gestión efectuado por el gobernador Gildo Insfrán en marzo de 2018, donde se refirió al ejercicio 2017, indicó que las erogaciones de capital, que representan en términos monetarios más de 5.000 millones de pesos, fueron a inversión pública, básicamente destinada a obras. Esto significa que el 14% del gasto estatal fue asignado a la construcción. En cambio, el Gobierno nacional destina solo un 9%", destacó.

"Formosa no escapa a la realidad que se registra en el orden nacional, porque nuestra Provincia sólo puede administrar la política fiscal. No podemos intervenir en la política monetaria ni en la cambiaria. Tenemos pocos instrumentos de política macroeconómica. Por ello, no es un tema menor que dentro de la población que representa un 19,8%, en el marco de una caída importante en el nivel de actividad, haya crecido el número de ocupados. La construcción es un sector clave para la economía provincial", manifestó Andrés Quintana.