Una total quietud reinó en la frontera por la fuerte adhesión al feriado del Viernes Santo
Muchos clorindenses aprovecharon estos días para algún viaje breve, alguna salida de pesca deportiva, para visitar la última morada de sus seres queridos y sumarse al Vía Crucis en sus comunidades
CLORINDA (de n/agencia) - Como es tradición en esta frontera, el Viernes Santo estuvo marcado por una total quietud en las calles de Clorinda, producto del fuerte arraigo que aún mantiene este día santo entre la feligresía de la segunda ciudad.Silencio durante toda la jornada y calles desiertas fueron las características del Viernes Santo, con un sector comercial plegado de manera total, como casi nunca ocurre con otros feriados en Clorinda.Muchos clorindenses se tomaron estos días para algún viaje breve, otros para una salida de pesca recreativa y muchos también se reservan el Viernes Santo para visitar algún camposanto, y visitar a un ser querido en su última morada al margen de participar del Vía Crucis en sus respectivas comunidades eclesiales de base.
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