En diálogo exclusivo con La Mañana, Mariano Kestelboim, economista, profesor universitario y consultor de empresas y cámaras industriales, aseguró que el Gobierno nacional aplica un "default selectivo, discriminatorio y parcial", que no afecta a entidades financieras, pero perjudica a otros sectores que son "acreedores" del Estado.
"Desde el punto de vista técnico del mundo de las finanzas, lo que está ocurriendo hoy en el país no es un default. Pero es un default en la práctica, porque algunos acreedores del Gobierno nacional, como los jubilados, los pensionados, los empleados públicos y quienes cobran la Asignación Universal por Hijo tienen quitas en sus ingresos que son muy importantes, más que aquello que de manera habitual se difunde en los medios de comunicación", explicó Kestelboim a este diario.
Para el profesional, esto sucede porque "se compara de manera simple la evolución de los salarios con el nivel de inflación", y agregó: "En los últimos años, se produjo un cambio muy brusco en los precios relativos, por los aumentos en las tarifas de los servicios públicos, los combustibles, los remedios y los alimentos".
Según el especialista, estos incrementos en los valores de bienes y servicios esenciales hacen que el deterioro del poder adquisitivo de las personas que integran los mencionados segmentos sociales sea mayor al que se suele informar, porque las subas "afectan a consumos que son prácticamente insustituibles, y el consumidor tiene que destinar una parte de su presupuesto de manera obligatoria a esos gastos".
A su vez, el experto aseveró que la caída en la venta de autos y la baja en los niveles de producción del sector automotriz se relacionan no sólo con las subas que se registraron en los precios de las naftas, sino también con el deterioro de las condiciones de vida de la población.