Colaboración de Juan Páez, escritor, docente e investigador
Del 19 al 21 del corriente, se llevó a cabo una nueva edición de las tradicionales jornadas organizadas por el CEDILIJ (Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil) con centro en la ciudad de Córdoba. En esta oportunidad, el nombre del evento emula el cuento “El país con el ‘des’ delante”, incluido en el libro “Cuentos por teléfono”, de Gianni Rodari.
La propuesta se desarrolló, por primera vez, en forma virtual y contó con entrevistas y actividades en vivo. Participaron numerosos referentes de la literatura infantil y juvenil: el ilustrador Roger Mello (Brasil), el editor y bibliotecario Daniel Goldin (México), la escritora y periodista María José Ferrada (Chile) y la escritora María Teresa Andruetto (Argentina), entre otras destacadas personalidades.
En los conversatorios, los y las especialistas abordaron numerosos tópicos, abriendo el juego a la reflexión y a la creatividad. Las charlas se acompañaron con mesas de lecturas y talleres a cargo de expertos del CEDILIJ. De esta manera, durante los tres días, el público asistente -de todas partes de Argentina, Italia, México, entre otros- pudo disfrutar de una nueva edición de este espacio que celebra la literatura para los más chicos.
Entrevista a Natalia González, directora de CEDILIJ
¿Cómo surge la propuesta de llevar adelante estos encuentros en el CEDILIJ?
- “El proyecto ‘Jornadas’ tiene tres objetivos fundamentales: uno es movilizar el trabajo de actualización interno, intercambio de saberes, investigación y búsquedas, favoreciendo el trabajo en equipo, que es nuestra mayor fortaleza. Luego, generar un encuentro destinado a todas aquellas personas vinculadas al campo de la LIJ, dando continuidad a nuestra misión ‘Promover desde la literatura la formación de jóvenes lectores, habilitando el derecho a leer’. Y finalmente, lograr un aporte económico para el sostenimiento institucional”.
¿A qué obedece la elección del nombre de esta edición (Des) jornada?
- “Reconocemos que la virtualidad nos dio la posibilidad de estar cerca, aunque no del modo como más nos gusta. Esta particularidad requirió renombrarla como ‘Des/Jornada’, aludiendo a un cuento de Gianni Rodari ‘El país con el Des delante’ y convertir a LA VIEJA COSTUMBRE DE INVENTAR MUNDOS en el eje temático del encuentro. Como reflexionó nuestra compañera Susana Allori: ‘Si algo nos ha sostenido y ha confirmado que los humanos contamos historias porque las necesitamos para seguir vivos, para sostener el mundo y entenderlo, ha sido justamente esta época de pandemia, en la que todos nos pusimos a leer cuentos y a hacer arte para convertir el encierro en una oportunidad. La vieja costumbre de inventar mundos es una forma muy humana de estar en el mundo”.
¿Cómo valorarías la experiencia de esta edición online?
- “Tuvimos alrededor de 150 inscriptos, cosa que no está nada mal considerando que estamos casi a fines de noviembre, con un cansancio generalizado de pantallas y virtualidad, con los bolsillos enflaquecidos y teniendo en cuenta, además, que gran parte de los participantes de nuestras jornadas son docentes y sabemos lo atareados que están en esta época del año. Por lo tanto, el número de inscriptos ha sido muy alentador, como así también las repercusiones y resonancias que nos llegan. Nuestra labor en CEDILIJ, o tal vez debiera decir: nuestro habitar el CEDILIJ, es un acto de amor en permanente construcción. Le pusimos todo el corazón y el trabajo de varios meses para hacer posible este encuentro en formato digital. A fines del 2019, se conformó un equipo al que llamamos simplemente ‘Equipo Redes’. Nunca imaginamos cuán necesario sería en este 2020, justamente como una forma de conexión, una manera de reinventarnos. El ‘Equipo Redes’ ha trabajado sin descanso desde que arrancó la pandemia, generando contenido variado y de calidad estética para compartir de manera gratuita en nuestras redes sociales. Les invito a asomarse y a deleitarse con ese material. Con dignidad y esfuerzo, -a pesar de, y gracias a, ser independientes-, seguimos aquí, ‘vivitos y coleando’. Tratando de que nuestras acciones sean respuestas pertinentes a las circunstancias que nos tocan vivir.