El Centro Cultural Independiente La Mandinga es el epicentro, hasta este domingo, de una serie de propuestas culturales y de entretenimiento para los chicos y las familias en estas vacaciones de invierno: el Festival “Fresquete” presentó desde el jueves espectáculos artísticos de todo el litoral argentino a la gorra en el barrio Fleming (Don Segundo Sombra 175).

Alejandro Risso, presidente de la Asociación Civil La Mandinga, contó a Cronopio que este festival, que se viene realizando hace varios años, “está orientado a las infancias, nucleando un gran trabajo desde la música, el circo y el clown. Por el proceso de construcción de la sede de La Mandinga y después por la pandemia, hubo cinco años en los que no se hizo, pero ahora lo pudimos volver a realizar y estamos súper felices”.

Con el apoyo del Instituto Nacional del Teatro, a través del programa Reactivar Escena, llegaron desde Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa, artistas de trayectoria para disfrutar de las vacaciones, “primero en el solcito del patio mandinguero, y más tarde en la sala de teatro climatizada”, expresó Risso, dado que hubo días con dos y hasta tres funciones o espectáculos en un mismo día.

El primer día hubo una “Panzada de Cuentos” a cargo de la docente Marina Silveri, “una gran cuentista que tiene Formosa”, seguida de las payasas Pulenta y Puragua. La compañía Simple Circo de Misiones presentó “Entre Nadas”, un espectáculo de humor, con música en vivo, acrobacias, malabares y monociclo.

El viernes también hubo una “Varieté de Cuentos”, para descubrir historias diversas de la mano de Paola Aguiar, de La Meca y subió al escenario la obra de comedia clown “¿Y su Oficio?”, que obtuvo el 1° premio en la Fiesta Provincial del Teatro de Corrientes, hace un mes. El reconocido actor y clown Gerardo Barrientos del grupo Pez Dorado, interpretó a Gregorio en plena búsqueda de su profesión.

Ayer,la jornada comenzó con los payasos Manso y Patota, que traen historias, desde Entre Ríos, hiladas con la gracia y torpeza de cada uno. Éstos dieron paso a los talentosos músicos formoseños Juanchu y Caroly, el dúo que presentó una propuesta musical, teatral y lúdica que los hace únicos. Lo último del día fue un dúo de actores chaqueños Moro & Elvis,que ofrecieron una función de teatro de humor en capítulos, para toda la familia.

Hoy

Para hoy aún hay Fresquete para disfrutar: a las 17 hs se presentarán, nuevamente, los payasos entrerrianos Manso y Patota; y, a las 18.30 hs, El Capitán Teuco llega desde un lugar desconocido, recorre la tierra y se maravilla con lo que descubre en el Norte argentino. En el camino se encuentra con distintos personajes con los que forma su banda. El virtuoso músico y compositor Sebastián Ibarra llega desde el Chaco, nuevamente, para atrapar a niños, niñas y grandes con sus historias y melodías.

Como ya es costumbre en La Mandinga, todas las funciones son acompañadas por la FerieCita, feria de emprendimientos artesanales y las exquisiteces de La Cantina de Colombina, para merendar y cenar.

Risso: “Somos muy felices haciendo lo que nos gusta”

Alejandro Risso destacó que “más allá de lo agotador de la organización, somos muy felices haciendo lo que nos gusta”, poniendo en escena propuestas para la familia con una fuerte identidad del litoral. Los artistas llevaron espectáculos que incluyen música, y en todos hay un sonido que hermana a las provincias de la región: el del acordeón.

“Viene avanzando una circularidad de grupos que ya están trabajando profesionalmente para lograr los espectáculos que tienen, y todos han acompañado nuestro proceso de construcción como centro cultural”, comentó, valorando especialmente el nivel de los shows ofrecidos “a la gorra”, es decir, con aportes voluntarios del público, de acuerdo a sus posibilidades.

Este tipo de espectáculos, agregó, “no es solamente ponerse ropa de colores, sino tener una formación hasta académica, como muchos de los elencos que participan”.

Atender y no entretener

Una premisa de los espectáculos y las actividades de La Mandinga es que no hay que entretener a los niños, sino atenderlos. ¿Y cómo se logra ante la tecnología y las pantallas?

“Obviamente estos dispositivos logran una inmediatez y dan respuestas a un montón de momentos y los peques conectan, a veces un poco demás jugando algún jueguito; pero nos pasa que cuando ven una obra bien montada entran en el código de lo que sucede. Y cuando es el aquí y ahora, con personas físicas, es distinto al código del encierro, principalmente porque ya hay otros y otras que están conmigo viendo ese espectáculo. Ahí se da una vinculación, un sentir que es distinto”, describió Risso.

Así, para los grupos que trabajan en teatro o espectáculos para niños, es un desafío cada vez mayor de trabajar bien en lo técnico, en la precisión y en la búsqueda para lograr conectar.

“Lo que le pasa a un niño o una niña al ver un espectáculo es compositivo en la personalidad y logra sacar un montón de emociones, que supera ampliamente a la posibilidad que da estar solo encerrado jugando con un celular”, cerró.