“El cantor no elabora sino que traduce. Es un mensajero de voces que le llegan.
Él traduce lo que la tierra le dicta, lo que le va dictando la tierra a través de la propia vivencia, la experiencia, a través de muchos… por aquello de que el hombre, cuando inventa un verso o una oración o un pensamiento, recién entonces se vuelve multitud.
Mientras tanto, es un solitario; recién se hace mucha gente, él se hace muchedumbre, cuando expone algo denso y profundo, algo que tiene tercera dimensión.
Ya no es él, ya es él más muchos otros que coinciden en la pena, el dolor, en la gracia, en la rebeldía… coinciden con ese pensamiento lanzado por alguien alguna vez” (“Los caminos de Atahualpa”)
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“Yo soy cordillera, y el río y el huanaco.
Yo soy la tierra y el pajonal de oro.
Y el maíz prodigioso y el cebadal azul.
¿Has visto tú algo más poderoso
que mi gran esperanza? […]
La tierra es ancha
como una piedra india…”.
(“Escúchame, hombre blanco” - Atahualpa Yupanqui)
Esta enorme amplitud geográfica de la que nos habla Yupanqui en “Aires Indios” (1943) guarda corres-pondencia directa con la amplitud sonora que recorre los valles, los ríos, las montañas, las selvas, la planicie y el monte de todo el territorio, conformando un mapa identitario ineludible de nuestro ADN.
Desde tiempos remotos, el aire se transformó en vía y cobijo para el canto en lenguas indígenas, y para las coplas, bagualas, chayas y vidalas como manifestación más genuina de la tierra.
Con la misión cabal de salvaguardar el patrimonio cultural argentino, el Instituto Nacional de la Música (INAMU) se propuso recoger, a lo largo de cinco años de trabajo arduo, el canto ancestral de las comunidades originarias de nuestro país para crear la Fonoteca Nacional de Arte Sonoro Indígena, un documento integral que abarca en su catálogo la música Qom, Wichi, Mbya Guaraní, Kolla, Huarpe, Charrúa, Chaná, Selk'nam, Ranquel y Mapuche.
Dispuesto como un reservorio digital de más de 170 canciones en lenguas originarias que propician revitalizar la lengua madre de sus comunidades, al catálogo se agregan más de 300 cantos de artistas solistas contemporáneos, grupos y coros que recogen toda la maravilla ancestral que nos rodea.
De esta manera, la Fonoteca Nacional del INAMU se conforma por artistas como el Coro Qom Chelaalapi, el Coro Wichi Sacham, el Coro de Niños Qomi Qompi, Ema Cuañeri, Tonolec, Ha'e Kuera Ñande Kuera, Coro de Niños Guaraníes de Tava Miri, Anahí Mariluan, Carina Carriqueo, Javier Villalba, Takyer, Ya Chesye, Omta Pachay, Claudia Herrera, Pacha Runa, Aldana Bello, María Fernanda Ortega Villa, Don Blas Jaime, Seuer Montec, Misión Camila y Margarita Maldonado, incluyendo trabajos de recopilación de Tam Muro, Rosario Haddad y Karoso Zuetta con comunidades Qom y guaraníes del Norte argentino.